martes, 28 de septiembre de 2010

Etica Moderana II

IMMANUEL KANT (1724 – 1804)
«Cualquier cambio me hace aprensivo, aunque ofrezca la mejor promesa de mejorar mi estado, y estoy convencido, por este instinto natural mío, de que debo llevar cuidado si deseo que los hilos que las Parcas tejen tan finos y débiles en mi caso sean tejidos con cierta longitud. Mi sincero agradecimiento a mis admiradores y amigos, que piensan tan bondadosamente de mí hasta comprometerse con mi bienestar, pero, al mismo tiempo, pido, del modo más humilde, protección en mi actual estado frente a cualquier alteración.»
Cuando Kant salió de su silencio en 1781, el resultado fue la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft). Aunque hoy sea reconocida unánimemente como una de las más importantes obras en la historia de la filosofía, fue ignorada en el momento de su publicación inicial. El libro era largo, más de 800 páginas en la edición original en alemán, y escrito en un estilo seco y académico. Fue objeto de pocas reseñas, las cuales, además, no concedían importancia a la obra. Su densidad hacía de ella un "hueso duro de roer", oscurecida por "...toda esta pesada telaraña”, según la describió Johann Gottfried Herder en una carta a Johann Georg Hamann.
The main topic of the Critique of Pure Reason is the possibility of metaphysics, understood in a specific way. Kant defines metaphysics in terms of “the cognitions after which reason might strive independently of all experience,” and his goal in the book is to reach a “decision about the possibility or impossibility of a metaphysics in general, and the determination of its sources, as well as its extent and boundaries, all, however, from principles” (Axii. See also Bxiv; and 4:255–257). Thus metaphysics for Kant concerns a priori knowledge, or knowledge whose justification does not depend on experience; and he associates a priori knowledge with reason. The project of the Critique is to examine whether, how, and to what extent human reason is capable of a priori knowledge.
JOHN RAWLS (1921 – 2002)
Rawls ve como la filosofía política que cumpla al menos cuatro funciones en la vida pública de una sociedad. La primera función es práctica: la filosofía política puede descubrir las bases para un acuerdo motivado en una sociedad en profundas divisiones amenazan con llevar al conflicto. Rawls cita Leviatán de Hobbes como un intento de resolver el problema del orden durante la guerra civil Inglés, y los Documentos Federalistas como surgidas de la discusión sobre la Constitución de los EE.UU.
Una segunda función de la filosofía política es ayudar a los ciudadanos para orientarse dentro de su propio mundo social. La filosofía puede describir lo que es ser un miembro de una sociedad con un status político determinado, y sugerir cómo la naturaleza y la historia de que la sociedad puede ser entendida desde una perspectiva más amplia
Una tercera función es investigar los límites de la posibilidad política posible. La filosofía política viable debe describir los arreglos políticos que pueden obtener el apoyo de la gente real. Sin embargo, dentro de estos límites la filosofía puede ser utópico: puede representar un orden social que es lo mejor que uno puede esperar. Habida cuenta de los hombres tal como son, como dijo Rousseau, se imagina cómo las leyes de la filosofía podría ser. Un cuarto rol de la filosofía política es la reconciliación: "para calmar la frustración y la rabia contra la sociedad y de su historia que nos muestra el modo en que sus instituciones ... son racionales, y desarrollado con el tiempo como lo hicieron para alcanzar su forma actual, racional.“ La filosofía puede mostrar que la vida humana no es simplemente la dominación y la crueldad, los prejuicios, la necedad y la corrupción, pero que de alguna manera por lo menos es mejor como se ha convertido en la forma que lo es.
Rawls considera su trabajo como una contribución práctica a la solución del conflicto de larga data en el pensamiento democrático entre libertad e igualdad, y hacia la descripción de los límites de cívica y de la tolerancia internacional. Él ofrece a los miembros de su propia sociedad una forma de entenderse a sí mismos como ciudadanos libres e iguales dentro de un sistema de gobierno democrático justo, y describe una visión optimista pero limitada de una democracia estable constitucional, justo haciendo su parte dentro de una comunidad internacional pacífica. A las personas que se sienten frustradas de que los demás ciudadanos y seres humanos no ven la verdad como lo hacen, Rawls ofrece la conciliación de pensar que esta diversidad de visiones del mundo resulta de, y puede soportar, un orden social con una mayor libertad para todos.
MAX WEBER (1864 – 1920)
El ensayo de Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, es su obra más conocida. Se dice que este trabajo no debería ser visto como un estudio detallado del protestantismo, sino como una introducción a obras posteriores de Weber, en especial a sus estudios de la interacción entre varias ideologías religiosas y comportamientos económicos.
En La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, Max Weber presenta la tesis de que la ética y las ideas puritanas influyeron en el desarrollo del capitalismo. La devoción religiosa es usualmente acompañada de rechazo a los asuntos mundanos, incluyendo el rechazo a la búsqueda de una mejor posición económica. ¿Por qué no es éste el caso del protestantismo? Weber se refiere a esta paradoja.
Define al "espíritu del capitalismo" como las ideas y hábitos que favorecen la búsqueda racional de ganancias económicas. Weber señala que tal espíritu no existe solamente en la cultura occidental, cuando lo consideramos una actitud presente en los individuos ya que también hay que tomar en cuenta que estos individuos – empresarios heroicos, como él los llama – no podrían, por sí solos, establecer un nuevo orden económico (capitalismo). Entre las tendencias identificadas por Weber estaban la ambición de ganancias con un mínimo esfuerzo, la idea de que el trabajo es una maldición y una carga que debe evitarse, especialmente cuando las ganancias de éste exceden lo que es necesario para una vida modesta. "Para que una forma de vida bien adaptada a las peculiaridades del capitalismo", escribió Weber, "pueda superar a otras, debe originarse en algún lugar, y no solo en individuos aislados, sino como una forma de vida común a grupos enteros de personas".
Desde esta perspectiva, la sensibilidad ética de Weber se basa en un firme rechazo de una cuenta del tiempo y la resignación nietzscheana foucaultiana por igual, los cuales son radicalmente en desacuerdo con una ética kantiana del deber. En otras palabras, el proyecto ético de Weber se puede describir como una búsqueda de una forma no arbitraria de la libertad (a su lado kantiana) en lo que él percibe como un mundo cada vez más post-metafísico (su lado de Nietzsche). Según Paul Honigsheim, su alumno y primo lejano, la ética de Weber es el de la "tragedia" y "sin embargo." Esta profunda tensión entre los imperativos moral kantiana y el diagnóstico nietzscheano del mundo de la cultura moderna es al parecer lo da como una sombra oscura y trágica a la cosmovisión agnóstica ética de Weber.
Después de definir al espíritu del capitalismo, Weber argumenta que hay muchas razones para buscar sus orígenes en las ideas religiosas de la Reforma. Muchos otros observadores, tales como William Petty, Montesquieu, Henry Thomas Buckle y John Keats, también han comentado la afinidad entre el protestantismo y el desarrollo del espíritu comercial.
Weber mostró que algunos tipos de protestantismo favorecían la búsqueda racional del beneficio económico y actividades mundanas que han tenido un significado espiritual y moral positivo. No era el objetivo de esas ideas religiosas, sino más bien un producto - la lógica inherente de dichas doctrinas y los consejos derivados directa o indirectamente, promovían la planificación y auto-negación de la búsqueda de un beneficio económico.
Weber indicó que la razón del abandono de su investigación sobre el protestantismo fue que su colega Ernst Troeltsch, un teólogo profesional, había comenzado a trabajar en el libro Las enseñanzas sociales de las iglesias y sectas cristianas. Otra causa de la decisión de Weber fue que ese ensayo proporcionaba la perspectiva para una amplia comparación entre religión y sociedad, la cual continuó en sus obras posteriores.
La frase "ética en el trabajo", utilizada en comentarios actuales se deriva de la "ética protestante" discutida por Weber. Fue adoptada cuando la idea de la ética protestante fue generalizada para adaptarse a los japoneses sintoistas, judíos y otros no-cristianos
JOHN STUAR MILL (1806 – 1873)
Con su postulado de la máxima felicidad del mayor numero, concreta su idea perfectamente moral, al tiempo que un criterio de la moralidad.
La razón hunde sus raíces en el deseo, la moral se justifica solamente cuando los deseos humanos concuerdan con sus preceptos, pues el ser humano desea la felicidad por encima de todo, por lo que es deseable la felicidad y además la única cosa deseable, como fin.
Todas las demás cosas sólo son deseables para tal fin.
Como el ser humano desea la felicidad, debe procurársela; la persona tiene derecho a ser feliz y la colectividad debe garantizarle los medios para lograrlo.
La concepción ética de Mill, exige considerar su gran obra “sobre la libertad” en la que desde el comienzo marca su perfil cuando expresa que todo lo que da algún valor a nuestra existencia, depende de la restricción impuesta a las acciones de los demás, y que en donde quiera que hay una clase dominante , una gran parte de la moralidad del país emana de sus intereses y de sus sentimientos de clase superior.
CARLOS MARX (1818 – 1883)
Testigo y víctima de la primera gran crisis del capitalismo (década de 1830) y de las revoluciones de 1848, Marx se propuso desarrollar una teoría económica capaz de aportar explicaciones a la crisis, pero a la vez de interpelar al proletariado a participar en ella activamente para producir un cambio revolucionario
El argumento inicial de que Marx debió de pensar que el capitalismo es injusto se basa en la observación de que Marx argumentaba que todo el beneficio capitalista es en última instancia, derivados de la explotación del trabajador. sucio secreto del capitalismo que no es un reino de armonía y beneficio mutuo, sino un sistema en el que una clase de forma sistemática extrae beneficio de otro. ¿Cómo podía dejar de ser injusto? Sin embargo, es notable que Marx nunca llega a la conclusión de esto, y en Capital se va tan lejos como para decir que dicho intercambio es "de ningún modo una injusticia".
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
FRIEDRICH NIETZSCHE (1844 – 1900)
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.
Nietzsche piensa que hay dos clases de hombres: los señores y los esclavos, que han dado distinto sentido a la moral. Para los señores, el binomio «bien-mal» equivale a «noble-despreciable». Desprecian como malo todo aquello que es fruto de la cobardía, el temor, la compasión, todo lo que es débil y disminuye el impulso vital. Aprecian como bueno, en cambio, todo lo superior y altivo, fuerte y dominador. La moral de los señores se basa en la fe en sí mismos, el orgullo propio.

Por el contrario, la moral de los esclavos nace de los oprimidos y débiles, y comienza por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío, el dominio, la gloria de los señores, el esclavo procede a decretar como «buenas» las cualidades de los débiles: la compasión, el servicio —propios del cristianismo—, la paciencia, la humildad. Los esclavos inventan una moral que haga más llevadera su condición de esclavos. Como tienen que obedecer a los señores, los esclavos dicen que la obediencia es buena y que el orgullo es malo. Como los esclavos son débiles promueven valores como la mansedumbre y la misericordia. Critican el egoísmo y la fuerza.
La crítica de Nietzsche a la moral tradicional se centraba en la tipología de moral de «amo» y de «esclavo» y en la descripción de la dinámica que generan; esta dinámica o dialéctica debe ser conocida por los «espíritus libres» para conducir a la humanidad a su superación: una sucesión de continuas superaciones — la moral deja de ser algo cerrado para ser visto como una dinámica de morales yuxtapuestas y reconocibles en la dinámica de las lenguas. Examinando la etimología de las palabra alemanas gut («bueno»), schlecht («malo») y böse («malvado»), Nietzsche sostuvo que la distinción entre el bien y el mal fue originalmente descriptiva, o sea, una referencia amoral a aquéllos que eran privilegiados (los amos), en contraste con los que eran inferiores (los esclavos). El contraste bueno/malvado surge cuando los esclavos se vengan convirtiendo los atributos de la supremacía en vicios. Si los favorecidos (los «buenos») eran poderosos, se decía que los sumisos heredarían la Tierra. El orgullo se volvió pecado. Caridad, humildad y obediencia reemplazaron competencia, orgullo y autonomía. Clave para el triunfo de la moral de esclavo fue su presunción de ser la única verdadera moral. La insistencia en la absolutidad (Absolutheit) es esencial tanto en la ética religiosa como filosófica. Aunque Nietzsche dio una genealogía de la moral de esclavo y de amo, siempre sostuvo que esta genealogía era una tipología ahistórica de rasgos en toda persona.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Bienvenido

Hola Camilo, a partir de este momento nos estaremos comunicando por este medio para que realices todas tus actividades. Espero que podamos interactuar de la mejor manera.
Cordial saludo
Carmen E.